de José Luis Serra

Estimadas y estimados: Mónica, Michelle, Marifer, Fabiola, Olga, Saramaría, Paola, Gisela, Deborah, Clara, Claudia, Gabriela, Polo y David.

Pronto celebrarán los 5 años de ser Cvx Miserias. Seguramente vendrán a la mente todos los esfuerzos que les costó irse construyendo como comunidad, todos los momentos de alegría de compartir vida, apostolados, compromisos.

Ciertamente estarán muy agradecidas y agradecidos al Señor Jesús por dejarles al Espíritu, igualito que a la primera comunidad de discípulas y discípulos hace más de 2,000 años. En los recuerdos también saldrán los momentos difíciles, pero de los que hay que dar gracia por que también propiciaron fortaleza, enteresa, posibilidad de ir quitando tretas y senderos desolatorios.

Me consta que han sido un modelo para otros grupos, no solo en León, sino también en el resto del país. Al igual que todo grupo de jóvenes, han estado en constante evolución, preguntándose que será del futuro, tanto personal como grupal. Y ahora es buen momento para discernir lo que el Señor quiere de ustedes como CVX Miserias. Algunas personas quizá ya no estén en el país; otras por distintas opciones de la vida -matrimonio, trabajos, estudios- quizá se les dificulte seguir participando.

Pero ciertamente, continuano o no en grupo, todas/os tienen inculcado los valores primordiales de la espiritualidad ignaciana: Primero el amar, servir y alabar a Dios del Principio y Fundamento; segundo el sentir la inmesa misericordia del Padre pese a nuestras incoherencias; tercero el profundo amor a Jesús, su entrega, su Reino; Cuarto,el vivir en Iglesia, en comunidad y, finalmente, En Todo Amar y Servir, especialmente a los más desprotegidos de nuestra sociedad, propio de la Contemplación para Alcanzar Amor en la vida cotidiana.

Me hubiese gustado estar con ustedes en esta celebración de sus 5 años. Desde Soteapan, Ver, donde estaré en esos días, pediré por Miserias y por cada una y uno de ustedes

Con mucho cariño
José Luis