lunes, 14 de septiembre de 2009

Mensaje de Pedro Reyes

Gracias por dejarme compartir con ustedes algo que encuentro vivo en su caminar.
Aquella experiencia de Ignacio y los primeros compañeros que, cuando debatían sobre si debían formar o no la Compañía de Jesús, encontraron el criterio clave para su discernimiento en el don que Dios les había hecho de su amistad.
Lo que Dios había iniciado en ellos no debían perderlo porque no era fruto de su propia decisión e iniciativa, sino propuesta de Dios mismo, que amante les había conducido uno hacia el otro. Ya con esa seguridad del don de su amistad, podían, incluso, desperdigarse por el mundo, sabiendo que Dios no dejaría que se perdiera aquello que el mismo había considerado bueno para ellos y para el mundo.
Algo así encuentro yo en ustedes y les deseo, con todo el corazón, que hagan vivir esa experiencia que nos sigue manteniendo unidos.
Un abrazo fuerte
Pedro A

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